jueves, 21 de febrero de 2008

El gateo

Durante esta etapa los logros principales son la combinación de posiciones, el gateo, los primeros pasos y el aumento de la capacidad de atención e intención comunicativa, para permitir una excelente evolución en las áreas de motricidad fina, gruesa, del lenguaje, congnoscitiva y en el desarrollo social.
Catalina Botero, fonoaudióloga y coordinadora académica de Gymboree, explica que durante esta etapa el bebé controla cada vez más sus movimientos: comienza a alcanzar, agarrar, dar giros y a desplazarse. Es por esto que se recomienda que el niño no permanezca cargado o sentado en una silla, porque el bebé necesita explorar.
En la etapa del gateo se utilizan las rampas, los rodaderos, las colchonetas, los túneles, el puente, las pelotas grandes, las diferentes texturas y la música. Esta mezcla de elementos permite que el niño desarrolle todas sus habilidades para un crecimiento sano y acorde con su edad.
Eliana Peñaloza, terapeuta ocupacional especialista en integración sensorial del Taller de Desarrollo Vueltacanela, afirma que el niño debe seguir un proceso de evolución correcto, con el fin de que estimule todas las zonas necesarias para enfrentar las nuevas habilidades que debe superar más adelante.
La primera es el arrastre, actividad que deben hacer en el piso y haciendo culebras. Estos movimientos se pueden facilitar con objetos llamativos muy cerca de él. Claro que él se moverá con más facilidad si el objeto ideal para alcanzar es usted (mamá o papá), favoreciendo, entre otras cosas, el vínculo familiar.
El arrastre es el inicio del gateo. Así que empiezan a levantar la cola y la cabecita, momento ideal para realizarles masajes en la planta de los pies; ubicar debajo de la barriga una almohada, cobija o toalla, para que vayan arqueando un poco la espalda y empiecen a asumir la posición correspondiente al gateo.
“Los ejercicios ayudan a mejorar la coordinación de brazo, pierna y campo visual, que son muy importantes, porque el que se desarrolla en el gateo desarrolla más habilidades sensoriales que haciéndolos de pie”.
El gateo también ayuda a fortalecer los brazos, sobre todo en la parte superior, reflejándose en un futuro en su habilidad para escribir y en el desarrollo de la motricidad fina.
Otra de las recomendaciones que la especialista Botero da es que los padres acompañen a sus hijos en las distintas actividades, pero que les permitan equivocarse, caerse y solucionar sus problemas, así se afianzará su autonomía y el nivel de pensamiento. “Es importante que desde pequeños animemos a los niños a ser creativos y que intenten explorar y resolver sus diferentes situaciones. De lo contrario, van a ser niños poco creativos”.

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